Hace varios días estoy pensando cómo podemos comunicar de manera eficiente las distintas disfunciones de suelo pélvico.

En varias entrevistas me pasó lo mismo: una mujer que frente a determinadas preguntas acerca de su continencia me responde naturalizando sus fugas leves o graves que “tal vez ella no le supo informar al ginecolog@“ o que “pensaba que era normal”.

En mi cabeza sigue surgiendo esta pregunta ¿cómo vamos a ocuparnos de algo que desconocemos? Si los profesionales que nos reciben en consultorio normalizan los síntomas entonces quien nos informa de manera efectiva (con el peso que es información requiere) para poder hacer algo al respecto?

Nosotras, las mujeres debemos abrir este aspecto de nuestras vidas. Debemos hacernos cargo de estar sufriendo una disfunción, debemos luego poder ocuparnos de ella responsabilizándonos por la salud a largo plazo. Todas conocemos a una tía o abuela que se hace pis. No sabemos cómo fue la vida sexual de esa mujer ya que estás cosas forman parte de la intimidad de cada una.

Pero hoy en día que podemos abrir distintos aspectos de nuestra intimidad todavía no podemos decirle a veces a nuestra propia pareja que sentimos diferente. Porque en realidad no podemos hacernos cargo de que eso sucede.

Lo importante es que si estás acá, leyendo estas líneas puedas reflexionar si estás padeciendo alguna disfunción. Que puedas abrirte a buscar al profesional adecuado para poder empezar a resolverla. Nosotras estamos para acompañarte en ese proceso.

Empoderarte es recuperar tu calidad de vida integral y tu salud sexual. 🌺